El deporte y la salud

Los beneficios del deporte en la salud

Está más que comprobado mediante décadas de estudio por la ciencia y la medicina que la salud está relacionada directamente con la actividad física de la persona y su estado de ánimo, y que el sedentarismo es el culpable de muchas de las dolencias o enfermedades que nos afectan, incapacitando a las personas, causando gran dolor o el envejecimiento y muerte prematura. 

La relación e importancia de una vida activa con una buena salud es evidente y hay que entender que ser una persona activa tiene sus beneficios teniendo menos posibilidades de padecer una enfermedad, puesto que una vez es diagnosticada, se torna irreversible y habrá que lidiar con ella para siempre. 

Lista de algunos de los beneficios de la práctica deportiva en la salud

Bajada de los niveles de azúcar, reduciendo la posibilidad de padecer diabetes, enfermedades renales o daño en algunos órganos.

Regula la presión arterial reduciendo el riesgo de padecer ataques cardíacos o accidente cerebrovascular, aneurisma o insuficiencia cardíaca.

Bajada de los niveles de colesterol y triglicéridos, impidiendo que estos se acumulen en las paredes de las arterias o provocando un endurecimiento de ellas desencadenando una ateroesclerosis y reduciendo el flujo sanguíneo a través de las arterias, lo que puede provocar accidente cerebro vascular, ataque cardíaco o cardiopatías.

Combate el sobrepeso y la obesidad minimizando problemas como diabetes, tensión alta, apneas, problemas respiratorios, artrosis, dolores musculares, cáncer, insuficiencia circulatoria.

Fortalece el sistema inmunológico elevando los glóbulos blancos, reduciendo las infecciones o limpiando las vías respiratorias.

Mejora el sistema músculo-esquelético fortaleciendo y flexibilizando músculos, articulaciones, ligamentos y manteniendo la densidad ósea evitando la osteoporosis.

Sensación de bienestar emocional, reduciendo el estrés y la tensión, aumentando la resiliencia y ayuda a socializar.

Mejora de la ansiedad, la depresión y subida de la autoestima. El deporte y una vida activa ayudan a regular estados mentales como la ansiedad o la depresión.

Activa el sistema digestivo mejorando el estreñimiento, la digestión o el control en el apetito.

Reduce el riesgo de padecer ciertos tipos de cáncer, como el de colon, pulmón o mama.

* Solo es una lista orientativa, de hecho, los beneficios son incontables y se puede practicar deporte o hacer un estilo de vida activo a cualquier edad, solo depende de nosotros.

Los deportes orientales son disciplinas que juntan cuerpo, emociones y mente.

Muchas de las dolencias se pueden evitar y si ya las tenemos se pueden mejorar mucho incorporando deporte, dieta y diferentes técnicas para el bienestar emocional. Métodos que se puedan encontrar y que encajan tanto en el mundo de la salud y del deporte, recordando que son conceptos que van de la mano, no partes aisladas, son las disciplinas orientales, que nos proponen métodos holísticos para el cultivo del cuerpo y de la mente. Bien entendidas, bien desarrolladas, con una práctica regular, son métodos muy eficientes.

La práctica de deportes y disciplinas orientales tiene como objetivo el cuidado total de la salud del individuo, enfatizando la buena práctica corporal, fortaleciéndolo de una manera equilibrada y sin excesos el cuerpo, trabajando la gestión emocional y fomentando una mente equilibrada capaz de estar tranquila, atenta y potenciando sus capacidades, junto con unos valores de vida que ayudan a mejorar nuestro día a día.

La prevención es fundamental, 

encuentra tiempo para ti.

Poco a poco y eso nos ocurre a todos, con el paso del los años, sumado con las responsabilidades tanto de la vida familiar como laborales, van apareciendo las primeras dolencias y los primeros avisos de enfermedad. 

Generalmente, no les hacemos el caso que merecen, así que nos pensamos que desaparecerán, no aceptamos que nos esté pasando a nosotros, no tenemos tiempo para cuidarnos porque hay que trabajar, no sabemos qué hacer con el problema, no sabemos cambiar nuestros hábitos de vida, hasta que es demasiado tarde y se torna crónica causando un daño irreversible.