Una definición de la visión más occidental del Qi Gong terapéutico y cercana a nuestra cultura, podría llegar a definirla como un conjunto de tablas de movimientos corporales bien definidos y clasificados por tipos o funciones generales o específicas, donde su fundamento y principal virtud es que son ejercicios que se realizan de una forma suave, sin tensión muscular pero a la vez intensos, para favorecer y desarrollar ciertas habilidades tanto físicas como mentales. 

Lo que se busca es fortalecer el cuerpo y calmar la mente a la vez, en una sola práctica o sistema holístico, uniendo la respiración y la concentración mental con el movimiento corporal y el ejercicio físico, para obtener así los beneficios de la práctica deportiva sobre la salud y los beneficios de una sesión de relajación o técnicas de respiración para mejorar el estado de ánimo.

La finalidad de la práctica del Qi Gong terapéutico, desde el punto de vista de la cultura, filosofía y medicina china, explicado de forma adaptada y general, es la de conseguir un cuerpo sano, flexible y fuerte, siendo capaz de que el Qi y la sangre circulen sin estancamientos por el cuerpo, esto va a hacer que los órganos internos trabajen en óptimas condiciones según sus características y funciones tanto fisiológicas como energética para poder conseguir así  combatir la enfermedad y la máxima longevidad para obtener una vida larga y feliz. 

También según la tradición, lo que se busca es conseguir una mente más tranquila y equilibrada para poder potenciar sus capacidades, con el propósito de llegar a un estado de iluminación o libertad mental y poder trascender así los problemas causados por la sociedad humana.